El lavado de fachadas por una empresa especializada consiste en la limpieza profunda y selectiva de la superficie exterior de un edificio para eliminar suciedad, manchas, hongos, moho y otros contaminantes acumulados con el tiempo. Se utilizan técnicas y productos adaptados a cada material (agua a presión, químicos específicos, métodos en seco), se evalúa el tipo y grado de suciedad, y se priorizan la seguridad y la preservación de la estructura para restaurar y mejorar la apariencia del edificio, protegerlo de daños y conservar su valor a largo plazo.


Proceso y características